Disciplinas Para El Éxito- Jim Ronh - Audio Video




Disciplinas Para El Éxito- Jim Rohn - Audio Video

"Siembra una acción, repite esa acción, esa acción se convierte en hábito y el hábito, en costumbre. APRENDE NUEVAS COSTUMBRES...Desaprende las malas costumbres.

(Transcripción Audio) 

Todos los días la gente como usted y yo tratamos de mejorar día a día aprendiendo a hacer ciertas cosas, nos pasamos la mayor parte de nuestras vidas acumulando conocimientos, acumulando conocimiento en las escuelas, en los libros y de las propias experiencias de la vida.

Probablemente muchos de nosotros tengamos mucha de la información necesaria para lograr lo que queremos, probablemente ya tenemos mucho del conocimiento que necesitamos para convertirnos en todo lo que queremos ser.

Pero a pesar del conocimiento que nos ha tomado tiempo adquirir,  la mayoría de nosotros no alcanzamos nuestras metas y ambiciones, nos conformamos con una pequeña fracción de lo que de otro modo hubiéramos podido tener, a pesar del inmenso conocimiento que hemos acumulado durante toda una vida.

Ahora bien si como se dice “el conocimiento es el precursor del éxito”, ¿Por qué? la mayoría de nosotros no logramos alcanzar nuestros objetivos, ¿Por qué? a pesar de todo lo que sabemos, y a pesar de nuestras experiencias colectivas vagamos sin rumbo y nos conformamos con una vida de existencia, en lugar de una vida de sustancia.
Aunque pueda haber respuestas para esta pregunta, la respuesta básica y fundamental es la FALTA DE LAS DISCIPLINAS PARA APLICAR TODO LO QUE SABEMOS, esa es la palabra clave “la disciplina”; es más le podemos añadir una palabra clave a la palabra DISCIPLINA, la otra palabra es CONSTANCIA, “Disciplina Constante”.

La vida es básicamente un proceso de acumular conocimientos y aprender a aplicar esos conocimientos en el mundo de la vida y los negocios.

Bien, al igual que con todo lo recién aprendido, debemos aprender a usar lo que hemos aprendido. Mejor que el conocimiento es el conocimiento aplicado, y una vez que hayamos aplicado nuestros conocimientos debemos estudiar los resultados de ese proceso y entonces analizar los resultados.
Si los resultados son pobres refinamos nuestra aplicación de lo que sabemos y tratamos de nuevo, finalmente si tratamos, observamos, refinamos y volvemos a tratar, nuestro conocimiento invariablemente nos producirá resultados valiosos y admirables; y con la alegría y los resultados de nuestros esfuerzos continuamos aplicando, refinando, aprendiendo y observando hasta vernos envueltos en un espiral de logros y progresos. Y el éxtasis de esa experiencia total resulta en una vida de triunfo sobre la tragedia, aburrimiento y mediocridad.

Pero para que todo este proceso nos sirva debemos primero dominar el arte de la disciplina, de la disciplina constante, se necesita un esfuerzo humano constante y disciplinado para dominar la magia de fijar metas o los resultados serán esporádicos y evasivos.
Se necesita un esfuerzo humano contante y disciplinado para verdaderamente manejar nuestro valioso tiempo o nuestros intentos inconstantes encontraran que nuestro tiempo nos lo están robando sutilmente aquellos hacia los cuales nos sentimos obligados, o cuyas exigencias incesantes son más fuertes que las nuestras.
Se necesita disciplina para hacer el intento cuando esta voz criticona dentro de nuestra propia mente nos susurra las dolorosas consecuencias de un posible fracaso.
Se necesita disciplina para admitir nuestros errores y reconocer nuestras limitaciones, la voz del ego humano nos habla a todos, nos hace señas para que aumentemos nuestro valor más allá de lo que nuestros resultados nos sugieren que merecemos.

Se necesita disciplina para para ser totalmente sinceros con nosotros mismos, al igual que con otros, porque ciertamente nuestros resultados a veces son tan comúnmente insignificantes que nos encontramos exagerando la verdad para aparentar ser más grandes ante los ojos de otros. Estén seguros de una cosa 


cada exageración de la verdad una vez detectada por otros destruye nuestra credibilidad y hace que se sospeche de todo lo que decimos y hacemos. 

La tendencia a exagerar, adulterar y hasta a no revelar la verdad es una parte innata en todos nosotros y solo un ataque total y disciplinado puede vencer esta tendencia.

Se necesita disciplina para planificar,
se necesita disciplina para poner el plan en acción,
se necesita disciplina para mirar con objetividad los resultados de nuestro plan aplicado y para disciplinarnos nosotros mismos a cambiar nuestro plan o nuestro método de poner nuestro plan en acción si los resultados son pobres.
Se necesita disciplina para tener firmeza cuando el mundo nos hecha opiniones a nuestros pies y
Se necesita disciplina para reflexionar sobre valores de las opiniones de otros cuando nuestro orgullo y nuestra arrogancia nos hacen pensar que solo nosotros tenemos las respuestas a nuestros retos personales.

Con esta disciplina constante aplicada a cada aspecto de nuestras vidas podemos descubrir invulnerables milagros y descubrir posibilidades y oportunidades singulares, con la disciplina de reservar 30 minutos cada día para leer o como le llamamos nosotros para explotar el arca de tesoros lleno de libros, podemos encontrar las respuestas a las interrogantes actuales y futuras y programar datos en nuestra computadora mental, tanto lógicos como emocionales que realcen nuestros valores, agudice nuestras técnicas y refinen nuestra sofisticación.

Bien, si ese hilo mágico de la disciplina, lo que entreteje entre todas las acciones humanas dignas, entonces que es esa cosa que llamamos disciplina, una buena pregunta, esta respuesta podría ser que la disciplina es el conocimiento humano constante de la necesidad de una acción y un acto consciente nuestro para realizar esa acción.
Si nuestro conocimiento y nuestra ejecución ocurren casi simultáneamente, entonces hemos empezado a valorar la secuencia de la actividad humana disciplinada.
Si pasa un tiempo considerable entre el momento de tener conocimiento y el momento de la ejecución, entonces eso se llama procrastinación, casi exactamente lo opuesto a la disciplina.
La voz interior nos dice: hagan la acción, la disciplina entonces dice: HÁGANLO AHORA y lo mejor que puedan, hoy, mañana y siempre. Hasta que finalmente el acto digno llegue a ser instintivo.
La falta de resolución dice: lo mismo da más tarde, o lo mismo da mañana, o a lo mejor cuando tenga un momento, la falta de resolución también dice: hagan lo que sea necesario para resolver o para impresionar a otros, haga lo que pueda, pero no lo que debe.
Estamos enfrentándonos constantemente a esas dos opciones siempre presentes, la opción entre la existencia disciplinada que produce los frutos del logro y la satisfacción o la procrastinación, la vida fácil en el cual el futuro no produce frutos, solo las ramas desnudas de la mediocridad.

Las recompensas de la disciplina yacen en el futuro y son grandes, las recompensas de la falta de disciplina son para hoy y son menores comparadas con las recompensas innumerables de la disciplina propia constante, pero para la mayoría escogemos los placeres del día en lugar de las fortunas del mañana. Ciertamente el creador que está sentado en su trono distante y que ve las vidas de su creación humana debe sonreírse a menudo por la locura de nuestros actos. A lo mejor hasta se dice así mismo las palabras escritas por Jean Allen en su libro “Como piensa un hombre” que dice: “Maldijeron el efecto pero alimentaron el costo”.
Ahora observemos detenidamente la disciplina para los tres pasos de cómo ser disciplinados:

La verdadera disciplina no es fácil, la mayor parte de la gente tendría que admitir que

es más fácil dormir hasta las diez que levantarse a las siete,
es más fácil acostarse tarde, dormir tarde, llegar tarde, irse temprano;
es más fácil no leer, encender la televisión que apagarla,
es más fácil hacer simplemente lo necesario que hacerlo todo, esperar es siempre es más fácil que actuar, tratar es un método más fácil que hacer.

No sería fascinante el no tener que tender la cama, o lavar los platos, o pagar impuestos…. No importa la razón, el sistema en que nos encontramos está diseñado a hacer que las cosas fáciles sean las menos lucrativas y las más lucrativas parecen ser también las más difíciles.


La vida es y siempre será una batalla entre la vida fácil y sus recompensas momentáneas y la vida de disciplina y sus más significativas recompensas, cada una tiene su propio precio, el precio de la disciplina o el precio del pesar, pagamos uno de los dos.

Escoger la vida disciplinada hoy, echar a un lado la facilidad y la tranquilidad ahora y trabajar inteligentemente y por más tiempo que las mayorías es dolorosamente difícil, sus amigos están en la playa mientras usted está sentado en su escritorio o en la biblioteca, es difícil, pero si se esfuerza, si paga el precio de la disciplina ahora encontrara que las recompensas futuras valen el precio.
Ahora para aquellos que escojan la vida fácil, para aquellos que escojan avanzar sin esfuerzo ahora y trabajar más tarde, para esa gran mayoría el precio será el pesar.

El pesar es cuando sus amigos dicen: ojala hubiese empezado más temprano. O el que pierde su trabajo, o su familia, o su salud, y el que durante el tiempo de tragedia y desesperación mira hacia atrás a lo que pudo haber sido o debió haber sido, a lo que harían si tuvieran otra oportunidad. Lo que deseamos haber hecho es la voz del pesar, hablándonos en un tono doloroso en un momento en que no se puede volver atrás, no hay una segunda oportunidad, no hay “y si lo hubiera hecho diferente”, escoja uno u otro, pero ambos tendrán un precio, el precio de la disciplina, o el precio del pesar, uno cuesta centavos, el otro una fortuna.

Hemos sugerido que la primera lección sobre disciplina, es que no es fácil, ahora viene la segunda:
La disciplina debe ser una actividad de tiempo completo. Dijimos ya que la mejor forma de disciplina es la disciplina contante, la disciplina que se necesita para tender la cama todos los días es la misma disciplina necesaria para tener éxito en el mundo de los negocios.
Si estamos dispuestos a tomarnos la libertad de ser disciplinados en un aspecto de la vida e indisciplinados en otro, entonces el aspecto en que somos indisciplinados hará estragos que destruirán nuestra autodisciplina en los aspectos que hemos considerado importantes.

La constancia no puede ser inconstante. La disciplina es la mente entrenada para controlar nuestras vidas, la disciplina es una serie de normas que hemos seleccionado como nuestro código personal de conducta y es nuestra disposición de imponernos los requisitos para seguir esas normas. Una vez que hayamos adoptado esas normas de comportamiento y conducta estamos obligados a seguirlas y si no lo hacemos entonces no hay actividad disciplinada; nos encontramos proclamando nuestras normas a nuestros parientes, amigos y socios pero viviendo en una forma opuesta a lo que hemos dicho.

Esto lleva a una pérdida de credibilidad entre aquellos que observan nuestras inconstancias y aún más importante la falta de confianza en nosotros mismos, y tal vez si existiera algo peor que alguien que aplica sus disciplinas autoimpuestas sin constancia, seria alguien que nunca ha considerado la necesidad o el valor de la disciplina.
Parecen que andan sin rumbo, cambian procesos, cambian de normas, cambian lealtades y saltan frecuentemente de un compromiso a otro dejando atrás un rastro de amistades rotas, proyectos sin terminar y promesas incumplidas, todo por una disciplina que no existía o que se imponían tan infrecuentemente que era ineficaz.

Bueno ahora que hemos determinado que la disciplina no es cosa fácil, que una disciplina por horas no vale mucho veamos el tercer paso para  aprender a ser una persona disciplinada. Ese tercer paso no está supuesto a ser de aprendizaje sino que esta supuesto a ser una de las promesas singulares de la vida.
Es uno de los principios cubiertos en nuestro seminario “retó al triunfo” y dicho  en una sola frase simplemente dice:

Para  cada esfuerzo disciplinado hay una recompensa múltiple, esa es una de las grandes disposiciones de la vida, es como la ley de sembrar y cosechar, es una extensión de la ley bíblica  que dice que:
- si se siembra bien se cosecha bien.-
 Un esfuerzo disciplinado en la primavera en temporada de oportunidades producirá una recompensa en el otoño. Ahora la parte extraordinaria de la ley de sembrar y cosechar es la siguiente, no sólo sugiere que todos cosecharemos lo que hemos sembrado también sugiere que cosecharemos mucho más, si siembra una tasa de trigo en la primavera la ley dice que tendrá una tonelada de trigo en el otoño sí tuvo la disciplina de proteger sus cultivos durante la calurosa estación de verano.

La vida está llena  de leyes que gobiernan y explican el comportamiento humano, pero esta bien pudiera ser la ley principal que vale la pena estudiar y conocer a fondo, 


por cada esfuerzo disciplinado una recompensa múltiple 

que ingenioso.
Si presta un servicio extraordinario se multiplicará su recompensa,
si es justo y honrado y paciente con otros, se multiplicara su recompensa,
 y si da más de lo que espera recibir su recompensa es más de lo que espera,
pero recuerde la palabra clave aquí que como se puede imaginar es la disciplina, todo lo valioso requiere cuidado y atención.

El niño requiere disciplina, una disciplina constante y firme durante sus primeros años, o las enseñanzas esporádicas y contradictorias de los padres bien intencionados crearán confusión y un comportamiento imposible de predecir.
Nuestros pensamientos requieren disciplina porque si se dejan solos nuestros pensamientos divagaran sin esperanza como si estuvieran perdidos en un laberinto y recuerde pensamientos confusos producen resultados confusos.
Se necesita disciplina para  cambiar un hábito, los hábitos una vez que se adquieren se convierten en un cable gigante, un instinto humano casi indomable que sólo la actividad disciplinada a largo plazo  puede cambiar, debemos deshilachar cada ramal del cable del hábito, lenta y metódicamente hasta que el cable que nos mantuvo esclavos en una época, ahora se conviertan en ramales dispersos del cable,
se necesita la aplicación constante de una nueva disciplina una disciplina más deseable para  superar una menos deseable y recuerde la ley, por cada esfuerzo disciplinado una recompensa múltiple.

Aprenda la disciplina de escribir una tarjeta o una carta a un amigo,
aprenda la disciplina de pagar las cuentas a tiempo, o llegar a tiempo, o a usar su tiempo en una forma  más efectiva.
Aprenda la disciplina de prestar atención o pagar sus impuestos, o pagarse a usted mismo,
aprenda la disciplina de reunirse con regularidad con sus socios, con su conyugue, con sus hijos o con sus padres.
Aprenda la disciplina para aprender todo lo que pueda aprender, o enseñar todo lo que pueda enseñar o leer todo lo que pueda leer,

por cada disciplina una recompensa múltiple,
por cada libro nuevos conocimientos,
por cada éxito un nuevo celo ,
por cada reto un nuevo entendimiento,
por cada fracaso una nueva determinación, la vida es así.

Aún las malas experiencias de la vida proporcionan su contribución especial, pero una palabra de 
advertencia aquí, para aquellos que descuidan la necesidad de cuidar y atender las disciplinas de la vida, todo tiene su precio, todo afecta a otra persona, descuida su propia disciplina y habrá que pagar un precio, todas las cosas de valor se darán por sentadas con el transcurso de apenas un poco tiempo a eso le llamamos la ley de la familiaridad,
sin la disciplina de prestar atención constante diariamente , todas las cosas se hacen vulnerables, actúe con seriedad la vida no es un ensayo,
si está escuchando esta cinta mientras se prepara para  acostarse y que la inclinación de tirar su ropa en una silla en lugar de colgarla en el placar, tenga cuidado, podría indicar falta de disciplina, y recuerde
la falta de disciplina en las pequeñas cosas de la vida le puede costar mucho en las cosas importantes de la vida.
No puede poner en orden su compañía hasta que no aprenda a aplicar  la disciplina de ordenar su propio garaje, no puede ser impaciente con sus hijos y paciente con sus distribuidores o sus empleados, podrían tener dificultad en decirle a otros que recluten más, o vendan más cuando esa instrucción es contradictoria a su propia conducta.
No puede molestar a otros para  que lean  libros buenos cuando usted no tiene una tarjeta de biblioteca, mire a su alrededor ahora mismo, que pudiera estar haciendo que requiere atención que necesita una nueva disciplina, un nuevo compromiso o una nueva decisión. Recuerde este programa esta cinta no está supuesta a ser para  entretenimiento la vida es demasiado valiosa para  que usted permita que las buenas ideas se tomen a la ligera o como si las palabras o las preguntas fueron dirigidas a otra persona.

Tal vez en este preciso momento usted está escuchando ideas sobre la sobre  la autodisciplina mientras conduce en mitad del tráfico y toca la bocina impacientemente porque el que esta adelante no se está moviendo lo suficientemente aprisa. A lo mejor  está sentado escuchando sólo, solamente porque ha tenido un desacuerdo con alguien a quien quiere o que lo quiere a usted y su ira no lo deja hablar con esa persona, no sería  éste el momento ideal para  examinar la necesidad de una nueva disciplina sobre el perdón, o la paciencia con la necesidad que pueda tener otra persona de tiempo para  crecer  y encontrarse a sí misma.

Tal vez está a punto de darse  por vencido o de comenzar de nuevo o ponerse a hacer algo y el único  ingrediente que falta para  su historia increíble de éxito es una nueva y aún compuesta disciplina qué hará  que se quede por más tiempo que trate con más ahínco,  trabajé más intensamente lo que creyó posible. Y recuerde
la más grande la más valiosa forma  de disciplina es la que usted se impone a sí mismo
no espere a que  las cosas se deterioren tan drásticamente que alguien tenga que imponerle disciplina a su vida, eso sería  trágico. Cómo podría explicar que otra persona tiene una mejor  opinión de usted de la que usted tiene de sí mismo.
El  por qué alguien le obligó  a levantarse temprano, y a estar en el mercado cuando hubiera estado satisfecho durmiendo hasta tarde y dejando que el éxito fuera  otro que se aprecia más de lo que usted se aprecia.

Su vida, mi vida, la vida de cada uno de nosotros en este planeta giratorio azul y blanco va a servir de advertencia o de ejemplo,
una advertencia sobre las consecuencias del abandono, la compasión por sí mismo, o la falta de dirección o ambición
o un ejemplo de talento bien aprovechado de disciplina auto impuesta y de objetivos claramente percibidos e intensamente perseguidos.

El material que trataremos juntos “la disciplina para  el éxito” es lo mejor  que hemos podido cubrir  durante una vida. Los fundamentos de la riqueza y la felicidad son exactamente lo que el nombre implica fun-da-men-tos.
Recuerde
las grandes ideas y discernimientos a menos que se combinen con la actividad humana disciplinada no son más que eso ideas y discernimientos. Joyas filosóficas del pensamiento que tienen poco valor práctico.
Al final cuando cese la conversación,  o cuando terminen las clases de entrenamiento o cuando se haya puesto el libro de nuevo en el estante, su propia disciplina será el catalítico mágico que da sustancia y profundidad a sus planes y sueños. En las ideas  que siguen está la clave para  una buena vida,  los fundamentos para  el éxito la felicidad y orgullo en sus propios y magníficos logros.

Una vez que haya captado estas ideas, estos nuevos discernimientos se requerirán su propia disciplina para crear  los fundamentos básicos y sus propias reacciones instintivas a los retos de la vida y a las oportunidades de la vida. La última interrogante no es si va a apropiarse de las disciplinas fundamentales, la pregunta es cuándo. Con la aplicación intensa y constante de las disciplinas que valgan la pena nosotros, usted y yo, aquellos que conocemos y a quienes podemos influir, nosotros tenemos la capacidad individual y colectiva de cambiarnos a nosotros mismos

nuestras entradas
nuestras actitudes
nuestro estilo de vida
y nuestro efecto sobre  otras personas.

Podemos cambiar opiniones
y podemos cambiar de dirección
podemos cambiar de liderazgo
hasta podemos cambiar la dirección de nuestra nación

tenemos la oportunidad
tenemos la capacidad
tenemos las respuestas
y tenemos la habilidad,  los elementos están allí, incluyendo la libertad de hacer el intento o no hacerlo,  sólo falta la disciplina y ese elemento y la decisión de usarlas se encuentran dentro de cada uno de nosotros


la opción es nuestra, 
el momento es ahora, 
si no nosotros,quien, 
y si no es ahora,cuando.


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